jueves, 5 de julio de 2007

SURCANDO EL SUELO

ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA FOX SPORTS DE JULIO DE 2007


EL CARROVELISMO ES UN DEPORTE QUE SE PRACTICA EN CARROS DE TRES RUEDAS EQUIPADOS CON UNA VELA, LLAMADOS WINDCARS E IMPULSDOS GRACIAS A UNA FUENTE ENERGETICA TAN UTIL COMO RENOVABLE: EL VIENTO.

En el intento por edificar un planeta más saludable, digno y ecológico, el deporte es una herramienta fundamental. Entre tanta violencia, desigualdad y contaminación, hay disciplinas que aportan una brisa refrescante, que permiten al hombre interactuar en armonía con la naturaleza. Existe una gran variedad de deportes que se desarrollan con energía eólica (se obtiene a través del viento). El carrovelismo es uno de ellos.
La energía eólica es una forma indirecta de la energía solar, ya que se trata del efecto que ésta genera en el sistema tierra-atmósfera-océanos. Las diferencias térmicas producen alteraciones en la presión atmosférica, a partir de las cuales resulta el movimiento de las masas de aire. La explotación de esta energía del movimiento del aire es, dentro de las fuentes energéticas renovables, la que mayor incremento ha experimentado durante los últimos años.
El empleo del viento como medio de impulsión en la tierra surge como una aplicación de los conceptos usados para la navegación a vela en el agua.
El carrovelismo es una actividad que se practica en carros de tres ruedas equipados con una vela: son los windcars.
“Es una actividad que puede ser practicada por cualquier persona, no tiene limitaciones. Hombres, mujeres, niños, discapacitados... Lo único importante es que cada uno lo haga con el carro adecuado”, explica Pablo Reyes, piloto argentino y uno de los pioneros de la actividad en Sudamérica. Y agrega: “No es un deporte costoso. Con mil quinientos dólares se puede comprar un buen carro para comenzar”.

UN POCO DE HISTORIA
Los primeros datos sobre la utilización de carros a vela provienen de los egipcios. El faraón Amenembat II, de la XII dinastía, en 2000 a. C., fue probablemente el precursor de este medio de locomoción. Utilizaba carruajes impulsados por el viento para movilizar a sus tropas. Romanos y chinos también aportaron lo suyo, usando carros similares.
En 1598, Simon Stevin, un ingeniero y matemático belga, construyó por encargo del Príncipe de Orange un colectivo a vela “para reducir la fatiga de los caminantes”. Este carro llegó a transportar 28 pasajeros a una velocidad de 75 kilómetros por hora durante dos horas ininterrumpidas.
Desde entonces, todo fue un constante evolucionar de velas y vehículos de este tipo como medio de transporte. Hasta que en 1898, en De Panne, una pequeña ciudad de Bélgica en el límite con Francia, surgió la idea de crear una actividad competitiva con carros a vela. Fueron los hermanos André y Francois Dumont quienes comenzaron a desarrollar nuevos vehículos con el objetivo de lograr más velocidad. De Panne es, hoy, la capital mundial de este deporte; y en septiembre de 1998 se festejaron allí los cien años de la primera carrera con el VI Campeonato Mundial de Carrovelismo.
Los carros a vela han alcanzado la velocidad de 186 kilómetros por hora en tierra; y 270, sobre hielo. El belga Pascal Demuysere, el francés Bertrand Lambert y el inglés Nord Embroden son nombres de referencia en el carrovelismo.

VIENTOS DE CAMBIO
“En Europa está muy desarrollada la actividad. Francia es el país más evolucionado: tiene una infraestructura organizada que permite que más de 150 mil personas practiquen carrovelismo. En América, Argentina, Brasil y Estados Unidos están un paso adelante. Más atrás aparecen Chile, Uruguay y Venezuela –agrega Reyes–. Nuestro deporte está experimentando un crecimiento. La gente empieza a darse cuenta que lo puede practicar y que es accesible. En los campeonatos mundiales se tuvieron que establecer cupos de inscripción porque las solicitudes aumentaron”. Esta tendencia permite plantear objetivos más ambiciosos: “En la actualidad, el carrovelismo se desarrolla en cuarenta países –explica– y la meta es seguir creciendo para poder transformarlo en un deporte olímpico”. Algo que necesitará, más que nunca, de todo el viento a favor.

ARGENTINA 2008
El XI Campeonato Mundial de Carrovelismo se realizará entre el 10 y el 16 de febrero de 2008 en las ciudades de Rada Tilly y Comodoro Rivadavia, en Argentina. Estas playas, ubicadas en la provincia de Chubut, 1.800 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, se caracterizan por su longitud y por su ancho, que oscila entre 400 y 600 metros en bajamar, ideal para el deslizamiento de los windcars. A esto se suma el poderoso viento patagónico, que promedia 30 kilómetros por hora en esa época del año. Está confirmada la participación de los pilotos más destacados de Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Chile, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Inglaterra e Irlanda.

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