miércoles, 26 de septiembre de 2007

LA VOLPE DISPARA

ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA FOX SPORTS EN OCTUBRE DE 2007

HACE POCO MAS DE UN AÑO, SU CONDUCCION EN LA SELECCION MEXICANA DESPERTABA CRITICAS Y ELOGIOS.HOY, DESDE BUENOS AIRES, LE APUNTA A HUGO SANCHEZ, SU SUCESOR EN EL TRI.

Ricardo La Volpe no tiene término medio. Lograr una entrevista con él es una tarea complicada, que lleva su tiempo. Pero, cuando acepta, habla de todo. No pone restricciones ni esquiva ningún tema. Con esa predisposición se sentó mano a mano con FOX SPORTS EN ESPAÑOL en la Villa Olímpica de Vélez Sarsfield, el moderno centro de entrenamiento que tiene el club en la periferia de la Ciudad de Buenos Aires. Busca demostrar en el fútbol argentino lo que no pudo hacer en los casi cuatro meses que estuvo al frente de Boca Juniors.
Polémico y pasional, La Volpe nunca pasa desapercibido.

–¿Cómo vio el comienzo del nuevo proceso del Tri?
–Se ha jugado mal la Copa de Oro y bastante bien la Copa América. Hay que trabajar. Espero que no se olviden de cómo jugó México en la última Eliminatoria. La pasamos caminando, sin apremios ni problemas. Y estando en una Copa del Mundo empiezan a venir las grandes empresas y el dinero. Fuimos cabeza de serie. Se hizo todo eso. En la clasificación anterior a la mía se sufrió mucho y estuvo el cese de un técnico. Tienen que hacer un balance sobre cómo se jugaba y cómo se empezó a jugar. A mis jugadores les inculcaba que teníamos que jugar y tratar bien a la pelota. Como ejemplo les ponía a Argentina y a Brasil. En la Concacaf, a México lo ven como al equipo a vencer y los demás se matan por ganarle. Hay un crecimiento y cada vez va a ser más difícil si no se hace la diferencia que hacíamos nosotros, de buen manejo de pelota.
–¿Por dónde pasan las diferencias entre el fútbol mexicano y el argentino, de las que tanto se habla?
–Por lo económico. En México está la inversión de las grandes empresas, que aportan mucho dinero. Hay una muy buena organización en ese sentido, pero el trabajo de divisiones inferiores es distinto. Jorge Griffa fue contratado por la Federación Mexicana para dar un panorama de cómo se trabaja en Argentina con las fuerzas básicas. Los mexicanos quieren progresar y detectar el por qué de la cantidad de futbolistas que surgen desde Argentina.
Cuando La Volpe dirigía a la Selección Mexicana, Hugo Sánchez era su crítico más acérrimo. Pero los roles se cruzaron y los protagonistas se acomodaron en sus nuevos lugares. Sánchez, en el banquillo del Tri, La Volpe, en el otro rincón. Pero hay algo que no cambiará, porque son y serán enemigos íntimos.
–A la distancia, ¿hay alguna nueva conclusión de lo que sucedió en el Mundial de Alemania?
–No. Me pone contento lo que hicimos: formamos al setenta por ciento de los jugadores que están hoy en la Selección.
–¿Cree que se lo reconocen?
–La gente no es tonta y los periodistas analíticos, tampoco. Otros no lo van a querer reconocer, pero está a la vista y no se puede mentir. La mayoría de esos jugadores pasaron por la Selección Sub 20 y la Sub 23, las mías, o estuvieron en la mayor. Andrés Guardado tenía 19 años cuando jugó con Argentina, por ejemplo. O el caso de Alberto Medina... Significa que tuve buenos ojos y elegí bien a los jugadores. Hoy la mayoría es titular en sus equipos y forma la base de la Selección Mexicana. Eso no se va a poder tapar y es otra de las cosas por las que a veces algunos países no crecen. Se deja de lado todo lo que se venía haciendo y se empieza nuevamente desde cero.
–¿Hugo Sánchez tiene más apoyo que usted?
–Sí. Hay una gran diferencia, porque yo siempre fui discutido. Es lo que no entiendo. A él lo ayudó la imagen que dejó como jugador para ser el técnico de la Selección, pero no ha hecho méritos para serlo.
–¿Por qué lo dice?
–El problema es que en México no analizan algunas cosas. Se puede salir campeón por haber entrado en una Liguilla, pero esa Liguilla después no sirve en el promedio del descenso. Y los Pumas de la UNAM todavía lo están pagando. Pero yo soy más analítico. Con Atlas íbamos segundos en la tabla general: eso es regularidad en un equipo. Y no salimos campeones... A veces se llevan por un espejo y acá hay que analizar todo y profundizar. Si dejaste a un equipo peleando el descenso, tu campaña fue horrible. ¡Malísima! Pero nadie va a decir eso, porque nadie analiza y menos a él. ¡Fíjate donde está Pumas! ¡Pregúntenle al ‘Tuca’ Ferreti el problema que tiene hoy para resolver eso!
–¿Volvería a dirigir a la Selección de México?
–Sí, porque cada vez más se van a dar cuenta de que mi trabajo fue bueno. Ojalá que analicen lo que hice. El equipo llevó a muchos jugadores a triunfar en Europa, como Carlos Salcido (ganador de la Liga Holandesa con el PSV Eindhoven), Pavel Pardo y Ricardo Osorio (campeones de la Bundesliga alemana con Stuttgart). Ahí aparece el problema de México. En vez de ir a preguntarle a los que crecieron y son figuras, le preguntan al ‘Bofo’ Bautista o a Francisco Palencia, que no jugaron en el mundo. Johan Cruyff, Franz Beckenbauer, Pelé y Michel Platini hablaron bien de la Selección Mexicana... ¿y quieren que me lleve por la opinión de Palencia o de Cuauhtémoc Blanco? Me hubiera sentido mal si Pelé hubiera dicho que México era un desastre, pero si dice: “Cuidado con México, qué bien que juega”... Y Platini, lo mismo. Mirá si me voy a preocupar por lo que decían los que no me querían...
–¿Por qué fue el entredicho con Alfio Basile, el entrenador de Argentina?
–Hubo un comentario que no me gustó después de un partido que perdió la Selección Argentina contra Noruega, hace poco. A Basile le habrán preguntado por el 4-3-1-2, el sistema con el que yo no estoy de acuerdo. Pero jamás hablé del resultado de ese partido. Del 4-3-1-2 vengo hablando desde que estuve en Boca. Es decir, nada que ver con el resultado de ese amistoso.
–¿Por qué dice que no está de acuerdo con ese esquema táctico?
–En el mundo ya no se juega así. Tenemos que analizarlo: el Barcelona gasta millones y millones de euros... ¿y no le gusta comprar un enganche? Lionel Messi se formó en el Barcelona, y no veo que juegue de enganche. Por algo debe ser... Pero de ahí a pensar que eso es una crítica a la Selección Argentina... No, porque yo tengo que respetar al técnico que está. En México pasó eso, no se respetaba al trabajo.
–¿Al jugador le llega toda la presión que recibe el entrenador?
–Por supuesto. Es presión hacia los jugadores, también. Hubo futbolistas que no dieron el salto de calidad, como Juan Pablo ‘el Chato’ Rodríguez y Daniel Osorno; eso es por la presión que puso la prensa negativa. Tenían la estupidez de decir que llevaba a un jugador a la Selección porque era mi amigo. Lo que tiene que entender la gente es que la mayoría de los técnicos de Selección de todo el mundo se sustenta en la base de los grandes equipos. Siempre hay excepciones, pero mayoritariamente es así.
–¿Y tuvo problemas por eso?
–Yo me peleaba con Jorge Vergara, el presidente de Chivas. El ya tenía una base y luego reforzó al Guadalajara con jugadores míos que se formaron en la Selección. El caso de Gonzalo Pineda, por ejemplo, que ni era titular en Pumas. O el de Diego Martínez y otros más. Después Vergara me criticaba porque yo le sacaba la base. En todos lados pasa eso, pero tienen que entender que la prioridad es la Selección.



>>Expediente
>Nombre completo
Ricardo Antonio La Volpe Guarchioni
>Fecha y lugar de nacimiento
6 de febrero de 1952, en Buenos Aires, Argentina.
>Trayectoria como futbolista
Fue portero de Banfield (1970-1975), San Lorenzo de Almagro (1975-1979), Atlante (1979-1982) y Oaxtepec (1982-1983). Con la Selección Argentina fue Campeón Mundial en 1978.
>Trayectoria como entrenador
Oaxtepec (1983-1984), Angeles de Puebla (1984-1986), Atlante (1988-1989), Chivas de Guadalajara (1989-1990), Querétaro (1990-1991), Atlante (1991-1995), América (1996), Atlas (1997-2001), Toluca (2001-2002), Selección de México (2000-2006), Boca Juniors (2006) y Vélez Sarsfield (desde enero de 2007).


El caso Castillo
En la anterior edición de FOX SPORTS EN ESPAÑOL, Nery Castillo acusó a Ricardo La Volpe de no haberlo tenido en cuenta. El ex entrenador del Tri le responde: “Lo de Castillo es una mentira, porque fue a verlo mi preparador físico, Milton Graneolatti. Lo fuimos a buscar y sabíamos que era un buen jugador. Es todo mentira. Hablamos con su padre y con su padrino, Julio Canessa, que fue quien me dijo que Nery estaba en Grecia”.
La Volpe busca una explicación en la doble nacionalidad de Castillo: “Yo lo entiendo a él. Quiso jugarse a las dos puntas, con Uruguay y con México. Y tal vez en ese momento prefería que lo llamaran para la Selección Uruguaya. Lo que a mí más me duele es que la posibilidad de que fuera al Preolímpico estaba. Hasta los jugadores sabían eso”.



"Nunca quise ser portero"
Cuando fue el momento de tomar las fotografías, Ricardo La Volpe se despachó con unas impensadas declaraciones. Es que la propuesta de FOX SPORTS EN ESPAÑOL era hacer las tomas en uno de los arcos de la Villa Olímpica de Vélez Sarsfield, y se negó de manera terminante. “Nunca quise ser portero. Odio el arco”, confesó sin dudar. El ex timonel del Tri sorprendió a todos, incluso a los colaboradores del club, con sus palabras a viva voz.
Es que él se destacó defendiendo las porterías de San Lorenzo, Atlante y la Selección Argentina. “Yo quería ser delantero, pero era muy vago y en esa época había mucho trabajo físico y poco táctico. Por eso a los quince años me mandaron al arco. Fue mi profesión y me dio todo, pero si hubiera podido elegir me hubiera gustado ser goleador”, confesó.

lunes, 17 de septiembre de 2007

EL RECUERDO A GUSTAVO EBERTO

El arquero de Boca, que falleció el lunes 3 de septiembre, le dió una entrevista a la revista FOX SPORTS en noviembre de 2006.

VOLVER A VIVIR

Por Pablo Aro Geraldes y Eduardo Alberto Martins

ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA FOX SPORTS EN NOVIEMBRE DE 2006

GUSTAVO EBERTO FUE EL ARQUERO DE LA SELECCION SUB 20 Y HABIA DEJADO A BOCA PARA TENER OPORTUNIDADES EN TALLERES, PERO UN CANCER TESTICULAR LO LLEVO AL BORDE DE LA MUERTE. NUEVE MESES DESPUES, VOLVIO A ENTRENAR.

Cáncer. El diagnóstico se clavó como un puñal helado en los sueños del arquero de 23 años. Gustavo Eberto, campeón sudamericano Sub 20 en 2003 y titular en el Mundial de los Emiratos Arabes, estaba feliz por su debut en Talleres de Córdoda, por el 2-1 sobre Huracán. Pero enseguida empezó con una tos extraña, con sangre. “Tosía y me ahogaba. Me hice unos estudios, luego metomaron placas torácicas y salieron unas manchas”, recuerda como una pesadilla lejana, pero que ocurrió hace apenas 9 meses.
Todo lo que siguió fue muy rápido: el cáncer de testículos y sus ramificaciones, el pánico al principio, la fe siempre, la quimioterapia, la presencia más cercana de los seres queridos... Todo pasa como una película por la cabeza de Eberto, pero es mejor empezar por el final, o mejor dicho por el presente, un presente de esperanza que deja paso a una sonrisa.

–Ahora que estás saliendo, ¿cuál fue el peor momento?
–Llegando al final del tratamiento. Entre la quinta y la sexta quimioterapia. Cada sesión lleva cinco días de internación con constante medicación; desde las once de la mañana hasta la medianoche. Cuando la droga llegaba a su pico, me liquidaba.
–¿En qué buscaste apoyo cuando supiste que tenías cáncer?
–En la fe. Soy católico y siempre la tuve, pero esto me reconfortó muchísimo más. Después, en la familia y los amigos. El que tiene fe y cree en Dios lo va a entender.
–Boca sigue siendo el dueño de tu pase, ¿cómo se comportó el club?
–Siempre estuvo cerca, lo mismo que la gente de Talleres de Córdoba y de la Selección Juvenil.
–¿Hablaste con alguien que haya pasado por lo mismo?
–Tuve la suerte de recibir el llamado de Lechuga Roa, que me alentó mucho. El tuvo exactamente el mismo cáncer que yo. Otro que lo sufrió fue el ciclista Lance Armstrong, que se repuso y ganó varios Tours de France.
–¿Qué cosas cambiaron en tu vida después de esta experiencia?
–Creo que la enfermedad vino por la autoexigencia que me imponía día a día. Hoy por hoy, mi salud es todo. Por eso voy despacio en este nuevo proceso de ponerme bien físicamente. No me quiero exponer. Sé que en algún momento voy a estar bien.
–¿Hiciste alguna promesa?
–No, ninguna. Pero pedía con mucha convicción, con fe.
–¿Estás definitivamente curado?
–Tengo una masa entre la aorta y un riñón. Hay que sacarla con una operación. Está rodeada de células buenas que en cualquier momento se pueden dar vuelta, por eso es necesaria la cirugía, para sacarlas antes. Por ahora no hay peligro y estoy por hacerme un estudio para ver si puede desaparecer o no. Queda sólo eso.
–¿Cómo te sentís hoy?
–Físicamente, muy bien. Bárbaro. Ahora estoy perfecto. La quimioterapia te voltea, pero eso ya quedó atrás, gracias a Dios.

3 PARTIDOS
Los que jugó en Primera: 2 en Boca y 1 con Talleres de Córdoba en la B Nacional.

Gustavo es el menor de tres hermanos. Allá en Paso de los Libres, Corrientes, están Horacio y Teresa, sus padres, quienes lo apoyaron en cada minuto del difícil trance.

–¿Quiénes te acompañaron en las quimioterapias?
–Tuve cuatro pilares fundamentales. Todos muy importantes y en el orden que quieran: mi mamá, mi novia Valeria, mi prima Iris, que es médica, y Víctor Civarelli, que era el entrenador de arqueros de Boca. Ellos estuvieron permanentemente conmigo. También la gente que me representa y muchísimos que, sin conocerme, me llamaban para saber cómo estaba.
–¿Te sorprendió algún llamado?
–Sí, el de Carlos Bianchi, por ejemplo. Bah, en realidad no me sorprendió, porque tuve la posibilidad de trabajar con él y sé qué clase de persona es. Tengo claro, que más allá de lo futbolístico, mis compañeros algo rescatan de mí. La primera internación fue de quince días y las visitas no paraban.
–¿Tuviste miedo de que el cáncer te alejara del fútbol?
–En esos momentos de soledad, la cabeza va a mil y se te cruzan miles de cosas. No sólo no volver a atajar, sino también irme para el otro lado. Atajar pasó a tercer plano, ni siquiera a segundo. Pero nunca perdí la fe y siempre traté de estar bien anímicamente.
–¿Cuándo empezaste a ver que era posible volver a vivir bien?
–En agosto estaba con el tratamiento de radioterapia. En la última quimio, me hicieron un catéter para pasar la medicación, porque ya no me encontraban las venas; no quería saber más nada. Entonces empecé con vómitos, que antes no había tenido. Esa noche, por el esfuerzo que hacía, se me reventó un vasito en el cerebro y empecé con convulsiones. Por eso, tengo que tomar una medicación durante dos años más. Pero gracias a Dios se pudo salir adelante; estuvo complicado. Mi mamá le preguntaba a mi prima médica si me iba a salvar y ella no sabía qué
decirle, se largaba a llorar. Fue un momento desesperante. Ya pasó y ahora quiero recuperarme. Ojalá que el año que viene arranque jugando al fútbol, de a poco. El proceso es muy lento: los meses de inactividad hicieron que perdiera el tono muscular, así que me va a llevar un tiempo la recuperación.

Los días de Eberto están volviendo a parecerse a lo que en el pasado llamaba rutina. Dieta, entrenamiento, gimnasio... Vida. “La verdad, todo lo que viene ahora es un regalo del cielo”, dice con un tono de voz que no es de resignación sino de esperanza plena.

–Se te ve bien, ¿vos cómo te sentís?
–Se produjo el milagro y se resolvió todo. Los médicos no le encuentran una explicación. Para mí es la fe. Incluso, el neurocirujano dijo que mi cabeza está perfecta. Estoy bárbaro, con una ganas de vivir increíbles.

martes, 11 de septiembre de 2007

“SOY FELIZ CADA VEZ QUE ENTRO A UN CAMPO DE JUEGO”

ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA FOX SPORTS EN JULIO DE 2007

FERNANDO GAGO LOGRO EN UN SEMESTRE LO QUE A OTROS JUGADORES LES LLEVA AÑOS: GANAR LA LIGA ESPAÑOLA CON EL REAL MADRID. TIMIDO FUERA DEL CAMPO, A LOS 21 AÑOS YA ES UN FUTBOLISTA INDISCUTIDO.

En el mundo del fútbol, según cuentan los protagonistas, los sinsabores son más que las alegrías. Pero siempre están aquellos jugadores que rompen el molde. Que son ganadores en todos lados y con cualquier equipo. Fernando Rubén Gago es uno de ellos, pertenece a una elite. Por eso no asombró su multimillonaria transferencia al Real Madrid a fines de 2006. Como tampoco asombra su presente, ya con la conquista consumada de su primera Liga Española, a sólo seis meses de haber llegado; la trigésima en la historia de la Casa Blanca.
El club más poderoso se nutre de los mejores. Y Gago es un mediocampista central único. Por su categoría y talento, tiene un estilo diferente. Después de triunfar en Boca Juniors, llegó al equipo Merengue y sigue cosechando éxitos sin parar.
Gago tenía muchas ganas de jugar en Real Madrid, y otorgó mucho de su parte para que se haga la transferencia. “Fernando renunció a una importante cantidad de dinero para poder vestirse de blanco. Eso es algo que le quiero agradecer especialmente”, sostuvo Ramón Calderón, presidente del club, al darle la bienvenida. El tiempo terminó recompensándolo con esta coronación, que hasta hace unos meses era impensada.

–¿En qué detalles percibes que estás en un club tan grande?
–Yo tuve el privilegio de jugar en Boca Juniors, y es muy parecido todo lo que es la institución, el marco de los partidos y la prensa, entre otras cosas. Una gran diferencia puede ser la ciudad deportiva del Real Madrid, que es imponente. No he visto otra igual.
–¿Hubo algo que te haya asombrado del Real Madrid?
–Lo que es el club, la infraestructura y el centro de entrenamiento, como dije. Aunque sinceramente no siento un cambio muy grande con respecto a lo que viví en Boca Juniors.
–¿Cómo es compartir un vestuario con tantas estrellas?
–No lo siento así, para mí no son estrellas. Son jugadores normales, son mis compañeros. Por ahí desde afuera se ve otra cosa, pero desde el vestuario se ve lo que cuento. Son todos muy buenos futbolistas y nada más.
–¿Cómo es la convivencia?
–En los entrenamientos, yo trabajo igual que en Argentina y lo disfruto. Cada vez que entro a un campo de juego soy feliz. Es lo más lindo que hay, es lo mejor que me dio Dios.
–¿Qué puedes decir de David Beckham?
–Que es una persona normal y humilde. Trabajó siempre como uno más para ganarse un lugar en el equipo titular. Es un ejemplo verlo en un entrenamiento y un orgullo haber compartido este tiempo con él. Es extrovertido, pero al hablar poco español le cuesta comunicarse. Es una gran persona y muy querido por toda la plantilla, le deseo lo mejor. Seguro que le va a ir muy bien porque es un gran profesional.
–¿Con qué compañeros tienes más afinidad?
–Con Gonzalo Higuaín, porque es argentino y llegamos juntos. También con Fabio Cannavaro, que es una persona extraordinaria, además de un gran jugador. De todas maneras, éste es un plantel joven y divertido. Hay un lindo grupo.
–Cuando promediaba la liga hubo una crisis futbolística en Real Madrid, ¿cómo la viviste?
–No sé si fue una crisis, no me parece que ésa sea la palabra para definir ese momento. A veces, es más lo que se habla y lo que se escribe que lo que pasa realmente dentro del plantel. Hoy somos los campeones y todo eso quedó en el olvido. Para los que dijeron eso y para mí también.
–¿Cuál fue la clave para superar ese momento complicado?
–Hubo un cambio de actitud desde el partido ante Barcelona, el que empatamos 3 a 3 en el Camp Nou. Estaba ganado y se nos escapó. Eso fue decisivo y nos permitió crecer como equipo.

El encuentro que menciona “Pintita” marcó un quiebre, sin dudas. Se disputó el 26 de marzo y Real Madrid lo ganaba 3 a 2. De acuerdo a algunas crónicas se jugó “la mejor primera parte que se recuerda en un clásico durante décadas”. Real Madrid estaba arriba en el marcador, pero en el minuto 91, Lionel Messi marcó su tercer tanto y empató el juego. Un resultado que le dejaba una bomba de tiempo a Fabio Capello y alimentaba el sueño culé. Era la jornada 26: todavía quedaban 12 por disputarse.

–¿Quién fue el mejor del equipo?
–Me parece que hubo un nivel parejo, todos aportamos lo nuestro. Pero me quedo con Fabio Cannavaro y Ruud van Nistelrooy. Ellos dos fueron los mejores.
–¿Qué puedes decir de los aficionados?
–Son distintos. La gente de Boca Juniors es increíble, en ningún campo del mundo se vive eso. Es único e inolvidable. Aquí en Madrid el aficionado disfruta más del partido y del espectáculo. El Bernabeu también puede ganar partidos. Aunque decidimos los jugadores, está claro que un estadio tan grande, cuando nos anima, ayuda muchísimo.

CONQUISTADOR PRECOZ
Fernando Gago empezó a jugar con un balón a los seis años en el club Social y Deportivo Parque de su país, una institución reconocida por haber formado, además, a otros madridistas como Fernando Redondo y Esteban Cambiasso. Luego apareció Boca Juniors en su vida y todo cambió vertiginosamente. Debutó en el año 2004 y al poco tiempo ya era más que un titular indiscutido: era el eje del equipo. Por él pasaba la recuperación y circulación del balón y la generación del juego. Demostraba virtudes que sólo tienen aquellos con destino de gloria en el mundo del fútbol. Inteligencia, habilidad, carácter e intuición. Y también una dosis de suerte, que siempre es necesaria. La historia se repitió en el Real: fue de menor a mayor en muy poco
tiempo.
Gago está muy cómodo en Madrid. La ciudad tiene muchos puntos de contacto con su Buenos Aires querido y la presión de un club tan poderoso como el Real no lo conmovió. En Boca ya había aprendido a asimilarla.
Vive en las afueras de la ciudad con su mamá, su novia y su hermana. Atrás quedó su Ciudadela natal, una ciudad y estación de ferrocarril ubicadas en la zona oeste del Gran Buenos Aires, en Argentina.

–¿Tienes pensado quedarte aquí definitivamente?
–Hoy mi presente está en el Real Madrid. Con el tiempo sabré cuánto me quedaré, si mucho
o poco, siempre de acuerdo a las circunstancias, a lo que quiera yo y a lo que pretenda el club.
–¿Cómo fue la adaptación al fútbol español? No parece haberte costado mucho, a la luz de los resultados...
–Para mí no hubo cambios. Es muy parecido el estilo de juego de España al de Argentina. Estoy muy contento por todo lo que estoy viviendo acá. Y, además, porque me tocó un grupo de compañeros muy bueno.
–¿Entonces piensas qué el fútbol es igual en todos lados?
–Sí. La forma de juego y la táctica pueden ser distintas, pero en todos lados el que define es el jugador. Y eso no cambia.
–¿Por qué el futbolista latino es tan requerido en Europa y se adapta fácilmente?
–Creo que es por la forma de vivir el fútbol que tenemos: con mucha pasión. Además, nos integramos muy bien en todas partes del mundo.

INTIMO Y PERSONAL
Tiene siempre un gesto serio en el rostro, algo más relacionado con la timidez que con la preocupación o el enojo. No es de hablar mucho: se caracteriza por economizar palabras y por guardar la sonrisa para momentos especiales, algo que cuando llegó a España le cuestionaron. “Si hubiese venido al Real Madrid para estar mal o enojado, me hubiera quedado en Boca. Venir aquí fue un desafío muy grande”, contestó en aquel momento, demostrando su personalidad.
En la intimidad, Gago es un joven con gustos personales y muy metódico para su trabajo. Graba todos sus juegos y los mira solo para analizarse con frialdad. Pero como todo jugador de jerarquía, no tiene tiempo para festejos, pues ya está pensando en su próximo objetivo: la Copa América Venezuela 2007 que disputa con la Selección Argentina.

–¿Qué haces cuando no juegas?
–Me quedo en mi casa. Trato de estar tranquilo y de descansar un poco.
–¿Qué objetivos tienes con la Selección Argentina?
–Seguir sumando partidos, que es lo ideal, y pensar totalmente en la Copa América, un torneo importante para mi país.
–¿Te quedaste con el deseo de jugar el Mundial de Alemania 2006?
–Me hubiese encantado estar, porque lo más lindo que hay es jugar un Mundial. Pero eso ya pasó. Ahora lo único que pienso es que tengo muchos Mundiales por delante.

MISION CUMPLIDA
Fernando Gago tiene un generoso contrato con el Real Madrid hasta el año 2012, que le significa un ingreso anual de 2,7 millones de euros. Más allá de que de los últimos diez partidos sólo haya disputado dos de manera completa, “Pintita” está satisfecho con su trabajo. Y los dirigentes del club, también.
Cuando llegó a Madrid, la crisis de Emerson, quién pidió no jugar en el Santiago Bernabeu, y el bajo nivel de Diarra, le hicieron un espacio entre los titulares en el equipo del italiano Fabio Capello. Pero fue perdiendo lugar y, autocrítico como es, da una explicación: “Perdí continuidad desde que regresé de jugar los amistosos con mi Selección, pero me sentí parte del grupo. Lo que se consiguió con este título es algo muy importante para el futuro. De aquí en más, estaremos todos más seguros de nosotros".
Hay que considerar que Gago no había tenido vacaciones y que, apenas arribó, le tocó jugar, algo que pudo haber influido en su rendimiento final. De aquí en más, las exigencias serán otras. Ya no alcanzará con ganar títulos, habrá que hacerlo jugando con clase. Algo de lo que Gago sabe. Y mucho.



>>Expediente
>Nombre completo
Fernando Rubén Gago
>Fecha y lugar de nacimiento
10 de abril de 1986, en Buenos Aires, Argentina.
>Trayectoria
Boca Juniors (2004–06) y Real Madrid (desde 2007).
>Títulos
Recopa Sudamericana 2004 y 2006, Apertura 2005,
Clausura 2006 y Copa Sudamericana 2005 con Boca
Juniors. Mundial Sub 20 2005 con la Selección
Argentina. Liga Española 2006/07 con Real Madrid.

8 JUEGOS
Son los que disputó Gago con Real Madrid en
la liga 2006/07. Y no conoció la derrota: fueron
cuatro triunfos y cuatro empates.

COSTUMBRES ARGENTINAS
Como su transferencia al Real Madrid se cerró de manera vertiginosa, Fernando Gago no tuvo
tiempo siquiera de empacar. Por eso arribó a la capital española con lo indispensable. Y como
buen argentino no le podían faltar las cosas básicas.
-¿Qué es lo primero que pusiste en la maleta?
- El mate; en las concentraciones tomo mucho. Y también puse dulce de leche. Acá se estila que cada uno concentre solo, en una habitación individual, y cada uno hace sus costumbres.
-¿Se juntan fuera de los entrenamientos?
-Sí, hemos hecho algunas comidas, lo normal en todo equipo.
-¿Sigues escuchando música todo el tiempo?
-Sí, lo mío es la cumbia. Me traje el reproductor de mp3 y adentro tiene de todo.

785 MINUTOS
Son los que disputó Gago en el Real Madrid. El total surge de la suma de los 8 partidos de Liga Española más 2 de la Liga de Campeones

>>SIMILARES
• Las coincidencias que existen entre Fernando Redondo y Fernando Gago son muchas, comenzando por el nombre y siguiendo por el puesto que ocupan en el campo de juego. Incluso
sorprendió el look que mostró Gago cuando fue presentado en el Real Madrid, con el cabello alisado, que le daba un parecido asombroso con el ex jugador. Ambos comenzaron su carrera en el Club Social y Deportivo Parque, de Buenos Aires. “Si me hablan de Redondo, me pongo de pie. Siempre fue mi único ídolo y desde pequeño he tratado de imitarlo. Cada vez que jugaba un partido en televisión, no me lo perdía. Admiré su manera de conducir el balón, de protegerlo, de repartir juego al compañero mejor colocado, su forma de situarse en el campo... Tenía una personalidad bárbara. Estaba presente en todos los lados del centro del campo. Y recuperaba mil balones cada partido. Era un líder. Sólo pretendo copiarlo día a día”, manifestaba Gago públicamente en Argentina, cuando jugaba en Boca Juniors. Otro conjunto en común es la Selección Argentina: los dos jugaron en juveniles y mayores, y además tuvieron como entrenador a Alfio Basile.

>>DIFERENTES
• Fernando Carlos Redondo llegó al Real Madrid recién a los 26 años, después de haber recorrido un camino importante. Era zurdo y debutó profesionalmente en Argentinos Juniors. De allí pasó al Tenerife. Luego de un par de muy buenas temporadas fue fichado por el club Merengue. Redondo también hizo pública su opinión sobre Gago. “Le veo cosas mías. Fundamentalmente la intención de ofrecerse siempre, de ser un desahogo para sus compañeros. A mí me gusta que un volante central sea siempre el vértice de la jugada. Que no se limite a cortar. Resignar a un jugador en esa posición estrictamente a la recuperación es dar ventaja. Aunque la realidad es que cada vez quedan menos de los que juegan como a mí me gusta. Por eso sorprende cuando aparece alguien como Gago. En el mundo son pocos”, expresó.
Por otra parte, Redondo ha confesado su afición por Independiente de Avellaneda, mientras Gago siente cariño por el club en el que es ídolo, Boca Juniors. Con respecto a la Selección Argentina, en varias ocasiones Redondo se ha negado a integrarla.



20.000.000
Son los euros que pagó Real Madrid por el pase de Gago. Fernando hizo su esfuerzo: renunció al 15 por ciento que le correspondía.

>>“Puede dar mucho más” por Pablo Brotons, periodista del Diario Marca, de España
Cuando Fernando Gago llegó al Real Madrid, en enero, había muchas criticas para dos jugadores defensivos: Diarra y Emerson. La llegada de Gago generó muchas esperanzas, se lo tomó como a una especie de Fernando Redondo, no sólo por el parecido físico sino porque podía aportarle calidad al equipo. Creo que tuvo en su contra el hecho de no haber llegado bien físicamente, pues venía de jugar un campeonato muy duro como el argentino y no tuvo pretemporada. Ni bien arribó, comenzó jugando de titular. Pero finalmente Fabio Capello decidió morir con sus ideas y terminó dejándolo fuera del equipo. Como le dio resultado, no se le puede decir mucho. Pero Gago es joven, acaba de llegar y necesita tiempo. Aclimatarse a lo que es el fútbol europeo es difícil y hay que tenerle confianza, porque puede dar mucho más. Fernando Gago es un jugador para el Real Madrid.