jueves, 4 de octubre de 2007

"LE GANO A PACQUIAO Y ME RETIRO"

ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA FOX SPORTS EN OCTUBRE DE 2007


MARCO ANTONIO BARRERA TOMO LA DECISION DE RETIRARSE Y QUIERE HACERLO POR LA PUERTA GRANDE: GANANDOLE A MANNY PACQUIAO. EN ESTA ENTREVISTA CON FOX SPORTS EN ESPAÑOL REVISA SU PASADO, CUENTA SU FUTURO Y OPINA SOBRE EL PORVENIR DEL BOXEO MEXICANO.

La tensión, dicen los que saben, es la enfermedad profesional de los actores. Relajación y concentración forman la base de su trabajo. Es que los actores, como los boxeadores, tienen una única herramienta de trabajo: su cuerpo.
Marco Antonio Barrera está en la etapa final de su carrera y quiere irse con gloria. “Estoy buscando salir por la puerta grande. La del 6 de octubre, contra Manny Pacquiao, es mi última pelea”, cuenta el tres veces campeón del mundo. Sólo se volvería a poner los guantes para despedirse de la gente en una exhibición. “Algo como para darle las gracias a toda la gente”, apunta.

–Después de Pacquiao, ¿qué?
–El retiro, definitivamente, no hay cambio de hoja. No tiene nada que ver con ganar o perder esa pelea. Le gano y luego me retiro. Tengo 33 años, me siento muy bien física y mentalmente. Ya hice mucho en este maravilloso deporte.
–¿Qué lugar piensas ocupar en el boxeo? ¿Manager, empresario o entrenador?
–Un poco de todo. Además, voy a estudiar inglés para aprender bien el idioma y tomaré un curso de locución para analizar boxeo. Quiero seguir ligado a lo que me gusta.
–¿Te acompañó tu familia en la decisión de retirarte después de tantos años?
–Mis papás me dijeron que se me estaba pasando la mano. Pensaban que ya estaba bien. Pero es sólo una pelea más. Mis hermanos también pensaban que ya estaba bien con el combate anterior, lo mismo mi mujer. Pero hablé con ellos y les pedí una pelea más, que es ésta que viene. ¡Y están contentos y felices de que me van a tener en casa más tiempo dando lata, ja!
–¿Piensas quedarte a vivir en México?
–Sí. Estamos muy cómodos y no podemos dejar las costumbres de aquí. He vivido muchísimos años en Guadalajara y es donde estamos establecidos con mi familia.
Por estos días, Barrera se prepara con las ganas de un principiante para el combate con Pacquiao. Su jornada comienza a las ocho de la mañana para correr durante cincuenta minutos. Luego es el turno de un desayuno de pocas calorías y de dormir hasta las dos de la tarde. Entonces, la rutina de entrenamiento marca el tiempo del gimnasio, que se extiende hasta las cuatro y media de la tarde. Después de un baño, Marco Antonio y su equipo se sientan a comer en medio de un clima distendido, donde se platica sobre boxeo y se cuentan anécdotas. A las seis y media de la tarde se acaba el día para todos, para todos menos para Barrera, para el reconocido entrenador Sendai Tanaka y para el sparring japonés Takashiro Ao.
–¿Qué es lo más duro que tiene tu oficio?
–La rutina diaria es complicada. Levantarse para correr, ir al gimnasio y dejar a la familia. Esta es mi última pelea y no lo quise hacer así porque ya pasó el tiempo de abandonar a la familia para entrenar. Esta vez decidimos hacerlo en nuestro ambiente para llenarnos de ganas. Ya no estoy sintiendo lo duro que era irse a las montañas y hablar con mi gente cada fin de semana. A este viaje lo estamos convirtiendo en ganas de vernos, y levantarnos con muchísimo entusiasmo para ir al gimnasio.
–¿En algún momento de tu carrera quisiste abandonar al boxeo?
–Sí. Fue a finales de 1996. En noviembre de ese año perdí con Junior Jones. Después volví a perder con él en abril de 1997. Me desanimé y me retiré. Estaba acostumbrado a ganar y, de repente, dos derrotas al hilo me hicieron pensar. Me salí del deporte un buen rato. Un año o seis meses, no recuerdo. Hablé con mi familia y con el equipo, y estuvieron de acuerdo con que regrese. Creo que fue cuando mejor me levanté y cuando más historia hice.
–¿Qué te gusta ver en el boxeo actual?
–Los supergallos están dando tremendas y encarnizadas peleas en estos momentos. La que protagonizaron Rafael Márquez con Israel Vázquez, por ejemplo. Hay una muy buena camada. El boxeo mexicano tiene muy buenos talentos. Ahora que nos vamos varios no va a ser difícil llenar esos espacios, porque hay mucho talento en México.
–¿Por qué se habla tanto, entonces, de la falta de ídolos en el boxeo mexicano?
–Lo que pasa es que es difícil tener a un ídolo con el ángel que uno trae. Por ejemplo, va a ser difícil reemplazar a Julio César Chávez. No hay otro con ese ángel, con esa difusión y carisma de ídolo. Pero hay muchísimo potencial en el boxeo mexicano. De eso no tengo dudas.
–¿Qué boxeadores te gustan?
–Márquez y Vázquez. También Johnny González, que por una mala noche no dejó de ser un buen peleador. Y Edgar Sosa tiene un estilo diferente.
Marco Antonio está bien rodeado profesional y personalmente. Un equipo de ocho personas trabaja con él. “Es la misma gente que me va a acompañar cuando me retire”, cuenta. Sus padres y hermanos, junto con su esposa Sandra y sus hijos Marco (de cinco años), Jimena (de tres) y Mariano (de 10 meses) son la contención afectiva sobre la que se sostienen todas sus decisiones.
–¿En qué invertiste tu dinero?
–Lo poco que he ganado lo he invertido muy bien. No viviremos como ahora porque el boxeo te da otras cantidades, pero vamos a tener un nivel de vida tranquilo. Tengo un salón de fiestas y un gimnasio en la ciudad de México. El gimnasio se llama ‘Barrera Gym’ y el salón de eventos ‘Emperador’, porque, en su momento, cuando le gané a Naseem Hamed me pusieron “El Emperador”.

Se va un grande del boxeo que, más allá de resbalones y caídas, siempre se ha levantado. El profesional quiere rendir al máximo y el hombre no quiere defraudar a nadie cuando se baje el telón de su carrera pugilística. Y anuncia: “Cueste lo que cueste, vamos a salir con los brazos en alto”.

>>Tiempo de revancha
Marco Antonio Barrera y Manny Pacquiao se enfrentaron el 15 de noviembre de 2003. El azteca llegaba como el gran campeón de los pluma (había derrotado a Naseem Hamed y a su archienemigo y compatriota Erik Morales). El filipino, sin pergaminos detrás, sorprendió a Marco al dejarlo nocaut en el 11º asalto. Barrera no lo olvida: “Las cosas cambiaron. Cuando lo enfrenté era desconocido y yo, la estrella. Ahora es diferente, Pacquiao es el campeón y yo estoy muy motivado”.

68 PELEAS
Suma Marco Barrera en su record: 63 fueron victorias (42 antes del límite) y 5 derrotas.

SUPER PACQUIAO
Manny Pacquiao (foto) es sinónimo de Dios en Filipinas. En el olvido quedaron sus tiempos de panadero y obrero de la construcción en su General Santos natal. Si bien “Pac Man” es objeto de adoración a causa de sus extraordinarias victorias, haber manifestado la posibilidad de un retiro abrupto suyo de los rings en caso de lograr un lugar en el congreso de su país ha hecho que hasta sus incondicionales seguidores vean con malos ojos su carrera política (una encuesta señaló que el 91 por ciento estaba en contra).
Pacquiao tuvo un excelente año en 2006, al conseguir el calificativo de mejor púgil de la historia de su país gracias a sus nocauts sobre Erik Morales. El boxeador de 27 años ha aprovechado su popularidad para vender docenas de millares de discos grabados por él. Todo un rey.

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