miércoles, 11 de marzo de 2009

100 KILÓMETROS POR EL SAHARA

ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA FOX SPORTS EN JULIO DE 2008

SEBASTIAN ARMENAULT ES UN ARGENTINO QUE SE ANIMÓ A CORRER UNA DE LAS COMPETENCIAS MÁS DIFÍCILES DEL MUNDO: LOS 100 KM DEL SAHARA. Y NOS CUENTA SU EXPERIENCIA.

En marzo de 2008 se corrió la décima edición de los 100 kilómetros del Sahara: participaron 158 atletas de distintos lugares del mundo, como Alemania, Bélgica, Canadá, Colombia, Italia, México, España, Turquía y Estados Unidos. También corrieron cuatro argentinos. Uno de ellos fue Sebastián Armenault, quien llegó en el puesto 115. Armenault no es un corredor profesional y se acercó al running en 2005. Empezó corriendo maratones de 10 kilómetros y fue poniendose objetivos cada vez más elevados: un medio maratón, un maratón… Así fue como, en marzo, llegó hasta Túnez dispuesto a superar la prueba deportiva más exigente de su vida. “Me llevó un año de sacrificio y preparación, bajo la supervisión de mi entrenador, Marcelo Link –cuenta–. Tres veces por semana, de 6.30 a 9 de la mañana, con calor, frío o lluvia, entrenábamos en Palermo, al costado de la General Paz o en algún otro lado. Luego, una ducha y a trabajar. En la carrera me enteré que el alemán que ganó estuvo preparándose durante 45 días en Catamarca y San Luis. También corrieron los italianos Orlando Pizzolato (que ganó dos veces el Maratón de New York) y Cassani Davide (que ganó el Giro de Italia)”. La primera etapa fue la peor de las cinco para Armenault. “Hice todo al revés. Largué muy rápido, no podía parar la ansiedad y las ganas contenidas. Me acalambré todo y tuve que detenerme a elongar en varias oportunidades. Terminé muy dolorido”, recuerda. “Faltando cinco kilómetros se desató una tormenta de arena que nos obligó a encapucharnos. No se veía a más de tres metros y las pisadas de los competidores desaparecían. La orientación se tornó casi imposible. Al llegar a la meta sentí ese orgullo que sólo puede sentir un deportista amateur después de tanto sacrificio”.

5 Etapas
Son cuatro diurnas y una nocturna. La más extenuante es la cuarta, de 42 kilómetros.

4 Días
Son los que dura la competencia. Esta fue la décima edición.

116 Kilómetros
Son los que se recorren en total, al completar todo el circuito.


ADVERSIDADES
Los cambios bruscos de temperatura fueron parte de los obstáculos que hubo que sortear. Durante el día se superaban los 38º y por las noches se alcanzaron los 3º bajo cero. También hubo que soportar fuertes vientos, lluvias y transitar las más dispares formas del arenoso circuito, que incluyó subidas y bajadas con piedras sueltas. Una carrera dura y peligrosa.

AVENTURA
Sebastián Armenault tenía el número 18 y llevó una bandera de Argentina sobre el camelback (mochila con recipiente para transportar líquidos y una manguera que hace de sorbete y permite beber sin detenerse). Largó a las 10 de la mañana, con 35 grados y un desnivel de más
de 500 metros. La alimentación durante la carrera fue controlada por la nutricionista de la organización e incluyó pastas, pollo, atún y arroz.

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