lunes, 6 de abril de 2009

"NO SE TERMINA TODO SI NO VAMOS AL MUNDIAL"

ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA FOX SPORTS EN AGOSTO DE 2007


OSCAR TABÁREZ CUENTA QUE ESTA CONFORME CON LO HECHO POR LA SELECCION EN VENEZUELA. MIENTRAS PIENSA EN SUDÁFRICA 2010, LE EXPLICA A FOX SPORTS SU PLAN DE TRABAJO.

En un ambiente tan triunfalista como el del fútbol es muy difícil encontrar consenso, algo que a veces no se consigue ni siquiera con resultados. Oscar Washington Tabárez posee una trayectoria que lo ubica en un lugar de privilegio. No hay muchos entrenadores que tengan sus pergaminos. Y no se trata sólo de resultados, sino de la confianza que cosechó durante tantos años de trabajo. Dirigió a equipos importantes de Argentina, Italia, España, Colombia… y Uruguay, por supuesto. Sin embargo, cada partido es un desafío nuevo en el que debe revalidar todos los títulos para mantener el apoyo. Para poder trabajar con tranquilidad.

–¿La gente, los medios y la crítica están acompañando a la Selección Uruguaya?
–Mayoritariamente, sí. Pero, a veces, la mayoría no es la que hace más ruido. No es una realidad exclusiva del Uruguay. De hecho, después de la Copa América hay dos entrenadores que no van a estar en la Eliminatoria (Nelson Acosta en Chile y Julio César Uribe en Perú). Eso es la resonancia, no sólo de los resultados, sino de la interpretación de esos resultados. Pero no es esencial. Me gustaría lograr siempre la aprobación de los que critican, pero no es imprescindible. Se puede ganar aun teniendo a mucha gente en contra. Hay que aprender a convivir con las críticas.
–¿Uruguay tiene valores jóvenes?
–Quisiera que fueran más y que estuvieran mejor fundamentados. Nuestro problema es demográfico. No tenemos la cantidad de buenos jugadores que pueden tener Argentina o Brasil. La esperanza pasa por considerar importante cualquier proyecto de buen jugador que tengamos y no perderlo. No nos podemos dar el lujo de perder ninguno. Y eso pasa por un trabajo organizado, no exclusivamente por la Selección. Por suerte, en Uruguay hay tres o cuatro equipos que trabajan muy bien en divisiones juveniles y que hacen un gran aporte. Pero hay otro ámbito que está descuidado y es el interior del país, que siempre ha dado muchos jugadores. Desde el punto de vista infraestructural y técnico, no es un medio que esté desarrollado para que un futbolista haga una carrera deportiva sin necesidad de venir a Montevideo.
–¿Uruguay se pierde muchos cracks por ese motivo?
–Siempre ha sucedido eso. Si un jugador se queda en el interior del país, está condenado a jugar quince partidos por año. Y eso no tiene nada que ver con las exigencias del fútbol competitivo. Para que no quede como única opción venir a un equipo de Montevideo, hay que tratar de darles la posibilidad a los chicos del interior de que jueguen al fútbol todos los domingos. Que se formen las Selecciones departamentales. Y que eso redunde en una mejor organización de las Selecciones nacionales. Que cuando un entrenador de la Sub 15 quiera formar una Selección, simplemente tenga que decir: “Va a venir aquél de Salto, aquél de Treinta y Tres y éste de Montevideo”. Pero que los haya visto crecer en su ámbito. Y que tengamos un fútbol nacional, por primera vez. Ahora es casi exclusivamente montevideano.
La Copa América de Venezuela fue una prueba importante para sacar conclusiones y seguir mejorando. El objetivo está puesto en llegar al Mundial. Sin embargo, el Maestro le quita dramatismo a los posibles resultados, aunque sin dejar de ser consciente de que la clasificación a Sudáfrica 2010 es una oportunidad magnífica de volver a estar entre los mejores.

–¿Uruguay fue la única Selección que supo jugarle a Brasil en la Copa América? –Creo que sí, sobre todo en el segundo tiempo. En el primero tuvimos inconvenientes con la velocidad de ellos por los laterales y con los espacios que encontraron por el centro. El primer gol de Brasil es un ejemplo: desborde por derecha y entrada de un mediocampista por el centro. En la segunda parte tuvimos más velocidad por los laterales, con dos futbolistas que tuvieron una muy buena actuación en el partido, como Maximiliano Pereira y Jorge Fucile. Y por momentos les impusimos el ritmo del partido. Además, un tema que no es menor para nosotros: cómo reacciona muchas veces un equipo uruguayo cuando va perdiendo. Sobre todo en estos últimos tiempos en que los resultados positivos no son tantos. Este equipo no le dio lugar a eso de pegar por impotencia. Tampoco empezamos a poner la pelota en el área rival para dividirla y tirarle centros a los defensas. Nos preocupamos por tocar hacia atrás la pelota y de jugar por afuera. No son temas menores teniendo en cuenta que ese segundo tiempo se empezó perdiendo 2 a 1. Y contra Brasil. Porque eso que se dijo, que Brasil no era la mejor expresión posible de su Seleccionado, lo tomo con pinzas. Con la cantidad de futbolistas que tiene a disposición, sus Selecciones son de primerísimo nivel aunque no estén Kaká y Ronaldinho. Por todo eso me deja conforme lo que hicimos en la segunda parte de la Copa. –¿Ese rendimiento fue un reflejo de lo que es el fútbol uruguayo hoy?
–No lo sé. Es lo que estamos proponiendo nosotros y lo que queremos ver del equipo dentro de la cancha. Creemos en lo de la garra, pero la garra es insistir en los conceptos futbolísticos más allá de cómo venga la mano. Aparecer en los momentos más difíciles y contra los rivales más encumbrados. Ese es el sentido que nosotros le damos, y no ciertas interpretaciones equivocadas: que garra es salir a amedrentar, a pegar por impotencia, a darle rienda a las urgencias, a olvidarse del trato de la pelota... No podría decir que es el nivel del fútbol uruguayo porque el profesionalismo uruguayo no es de una gran expresión futbolística, más allá de que hay muy buenas intenciones y algunos buenos equipos.
–¿Trabajar en la Selección de Uruguay implica tener tantas dificultades como tienen los clubes?
–Todo tiene vinculación. No podemos hacer de la Selección una isla. Tenemos condicionantes demográficos, económicos, organizativos y de infraestructura. Esas cosas influyen. Pero dentro de nuestras características podemos hacer un esfuerzo organizativo, mirar cómo se juega al fútbol en los niveles de elite y tratar de imitar los buenos ejemplos. Hemos hecho un proyecto y creemos que hay que apostar a los juveniles. Darles competición internacional y hacer un proceso de Selección para lograr la formación integral del futbolista. Son trabajos de largo plazo, pero todo se asocia a la misma idea. La de practicar el fútbol que se juega en este momento, más allá de que uno, al ser uruguayo, va a tener ciertos rasgos característicos, así como los tienen los argentinos y los brasileños. Pero no podemos pretender figurar si no seguimos los lineamientos básicos de lo que es el fútbol de elite en este momento.
–¿Hay apoyo desde todos los sectores para la Selección?
–Eso se intenta. Hay rasgos de la cultura futbolística de cada medio, positivos y negativos. No podemos cambiar las cosas de un día para otro y pretender que toda propuesta sea aceptada. Por ejemplo, sobre una inversión económica determinada, hay gente que la considera un gasto superfluo. Esto es subjetivo y parte de la cultura de cada lugar. Hay cosas que en otros medios más organizados no se discuten y en Uruguay, sí.
–¿Por ejemplo?
–Cuando a un partido por las Eliminatorias vienen futbolistas luego de haber jugado una fecha en España y miden 1,90m tienen que viajar en clase ejecutiva. Eso sale dinero, pero hay que considerar lo que uno se está jugando y lo que puede obtener. En Europa ni se discute eso. En Uruguay sí, porque hay una cultura deportiva que se ha hecho a la luz de las condicionantes económicas que hay. No es fácil, acá hay que tratar de convencer permanentemente.
–¿Qué es Sudáfrica 2010 para usted?
–La meta de nuestro trabajo. El contrato que firmamos con la Asociación Uruguaya termina después del Mundial. Ese es el gran objetivo y trabajamos para eso. Todo lo que estamos haciendo, y más allá del valor que tuvo la Copa América, es en función de tener un equipo que pueda ganar puntos y acercarnos a esa posibilidad. Para nosotros es muy importante. Tampoco hay que decir que se termina todo y que hay que bajar la cortina si no vamos al Mundial, porque eso lo vengo oyendo desde hace no sé cuantos años. El fútbol siempre sigue. Esto hay que hacerlo sin dramas. Pero la oportunidad que tenemos es ésta, y hay que aprovecharla.


18 Partidos
Son los que lleva dirigidos Tabárez en su segunda etapa en la Selección Uruguaya.

10 Victorias
Consiguió Tabárez desde el 21 de mayo de 2006, cuando Uruguay le ganó 1-0 a Irlanda.


“La adrenalina funciona donde hay pasión” Siempre es difícil comparar. Pero, si de gustos se trata, el Maestro Tabárez tiene los suyos. “A mí me entretiene y me gusta ver, por televisión, al fútbol argentino y al inglés. Y algunos partidos de la liga española. En el caso del fútbol argentino, por el entorno, por la pasión que se respira aun en una transmisión televisiva. Y el inglés por los códigos que tienen, sobre todo los futbolistas. Se sigue manteniendo eso de dar todo el día del partido, de no hacer trampas, de ver cada engaño como una afrenta al Fair Play o al espectáculo. Y lo que han logrado desde el punto de vista de la erradicación de la violencia... Ver esas canchas sin tejido y gente abrazándose con los jugadores cuando hay un gol. Es lindo para ver por televisión más allá de los aspectos técnicos”, cuenta.
Si de trabajo se trata, también tiene preferencias: “A uno le funciona más la adrenalina de lugares donde hay mucha pasión y mucha cultura futbolística. En el mundo actual se juega al fútbol en todos lados. Es el deporte más practicado del mundo. Pero son pocos los países con cultura futbolística, aquellos en los que el fútbol es una parte muy importante de la vida de los ciudadanos. No todos tienen cultura futbolística como acá en Sudamérica pueden tener Argentina, Brasil y Uruguay. Como la pueden tener, en Europa, Italia, Inglaterra y Alemania. Hay algunos más, pero pare de contar porque tampoco son tantos. La historia del fútbol es así. Quizá en esos lugares es más difícil ser entrenador, pero a mí, particularmente, también es donde más me gusta trabajar”.

La necesidad del roce internacional
El gran problema que se le presenta a Tabárez con los jugadores del medio local es la falta de roce internacional. “Nosotros tenemos que darles actividad internacional en la Selección Nacional. Por primera vez, desde hace mucho tiempo, jugamos doce partidos de preparación en un año. Para nosotros es imprescindible. ¿De qué otra manera un jugador joven puede adquirir experiencia internacional? Si no está en un club que va a la Libertadores o a la Sudamericana no tiene ni siquiera la mínima preparación. Y hay que dársela en la Selección, a partir de su etapa juvenil. Eso hicimos con Jorge Fucile y Maxi Pereira, por ejemplo”.

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